CASA Y JARDÍN
A fines del siglo XVIII la chacra tenía una casa principal con las maderas bien tratadas, puertas, ventanas y cerraduras, no muy diferente a las casas de la ciudad. Cuando Juan Martín de Pueyrredón y María Calixta Tellechea poseen la propiedad, entre 1815 y 1850, la casa crece acorde a las necesidades de sus dueños. Prilidiano Pueyrredón, su siguiente propietario, jerarquiza el exterior: ensancha la galería que da al rio, crea una columnata de orden toscano y remodela el mirador. La casa, la caballeriza y la casa de chacareros son declaradas monumento nacional en 1941.
En el Museo Pueyrredón, existen dos tipos de jardines. En lo alto de la barranca y rodeando a las construcciones, se encuentra el jardín histórico con árboles que representan distintos períodos del sitio como el algarrobo, que fue partícipe de las reuniones de Pueyrredón y San Martín, las magnolias y el cedro plantados por Prilidiano Pueyrredón y el aguaribay plantado por Domingo Sarmiento.
Y en la barranca, se extiende un área natural protegida, cuidada por los guardaparques del municipio, donde crece un bosque nativo de talas, coronillos, aromos, algarrobos y molles, y que constituye el hábitat de la avifauna propia de estos ambientes originarios llamados talares.
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Un poco de historia
El primer propietario de la chacra fue el carpintero Antón Roberto que la recibió “en suerte” de manos del fundador Juan de Garay. La merced era la número 55 empezando a contar desde Buenos Aires. Luego de sucesivos dueños, la casa fue comprada en 1770 por José Luis Cabral que refaccionó y jerarquizó la casa principal. La viuda de Cabral le vendió la propiedad en 1808 al español Francisco Tellechea y, en 1812, su hija, María Calixta, heredó la propiedad. Años después contrajo matrimonio con Juan Martín de Pueyrredón quien ya era, para ese entonces, una figura pública y activa en la causa revolucionaria.
El matrimonio compró los terrenos linderos y extiendió la propiedad. En 1850 Pueyrredón falleció en la casa donde pasó los años más culminantes de su vida política. Prilidiano Pueyrrdón, su hijo, recibió la propiedad como único heredero por testamento mancomunado entre sus padres. Pocos años después, en 1856, le vende la chacra a su primo Manuel Alejandro Aguirre; los Aguirre la habitaron por casi un siglo, hasta 1941, cuando fue oportunamente comprada por la Municipalidad de San Isidro y rescatada de una posible demolición. (Ver en galería: Enriqueta Lynch de Aguirre -sentada-, Victoria Aguirre -con sombrero- y hermanas posando en el jardín de la Quinta). La declaratoria como Monumento Nacional ese mismo año legitimó su valor y, en 1944, luego de un proceso de restauración, la chacra que había pertenecido al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón con sus edificios históricos –la casa principal, la casa de los chacareros, las caballerizas– y el parque con barranca fue inaugurado con el nombre de Museo y Archivo Histórico “Brigadier General Juan Martín de Pueyrredón”.
Su primer director, el presbítero Dr. Francisco C. Actis, participó activamente de la etapa de reconstrucción que fue confiada, por parte de la Comisión Nacional de Monumentos, al arquitecto Mario J. Buschiazzo, director de la sección “Monumentos Históricos” de la Dirección General de Arquitectura y que contó con la colaboración del arquitecto Jorge H. Lima en la dirección de obra.