En el retrato de Francisca Badaracco de Antola, el artista presenta una variante compositiva: ha desplazado el cuerpo de la retratada del centro de la tela. El equilibrio se logra con el eje que forman la mano que cae y el rostro. De este modo, el fondo verde oscuro ocupa la mayor parte de la tela. El cortinado mantiene la tonalidad para evitar el contraste.
La mirada dirigida al espectador parece mirar más allá de él. El decoro impedía ser modernizador en este tipo de encargos, pero el artista, de todas maneras, se ha preocupado por darle a cada uno de sus retratos autonomía formal.
Fuente:
Roberto Amigo. Pintura republicana. Colección del Museo Pueyrredón. Buenos Aires, Municipalidad de San Isidro, 2014