Se trata de un retrato oval de tres cuartos tos de una mujer austera, pero que sin embargo viste un elegante vestido de seda negro con encajes y una mantilla del mismo tono, que se replica en el discreto prendedor de ónix que lleva en el cuello, como único ornamento. El fondo es de un color más claro que lo habitual en las obras del artista, mientras que el rostro
trasmite una cálida sensación de paz y, aspecto curioso, se encuentra sonriendo. Contrasta por su austeridad con el de su marido José Gerónimo de Iraola que también se encuentra en el museo.
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Fuente:
Roberto Amigo. Pintura republicana. Colección del Museo Pueyrredón. Buenos Aires, Municipalidad de San Isidro, 2014